Más que una superficie bonita.

Cepillado, pulido a mano, biselado, satinado o mate. Cada tabla de Kährs se trata individualmente y de forma única, teniendo en cuenta su composición de nudos, veteado y agrietamiento.

El resultado es una superficie dinámica que cambia de aspecto dependiendo de la iluminación de la estancia y del ángulo desde el que se observa. Los suelos de Kährs nunca dejan de sorprender y atraer.